LOS VECINOS DEL LORITE
Lorite fue un arquitecto municipal del Ayuntamiento de Madrid que redactó su plan de ordenación urbana de 1931 y que en el año de 1923, cuando se estaba construyendo la Gran Vía madrileña, edificó su única obra conocida: La banca Calamarte situada en la esquina de Alcalá con Marqués de Cubas, que pasó a conocerse como el Lorite o el palacio Lorite. Dicho edificio, aunque situado en la calle de Alcalá, cerraba la perspectiva de la Gran Vía y de la calle de Barquillo.
En la otra esquina de esta manzana los arquitectos Sainz de Lastra y Adano habían construido en 1884 el edificio del Banco de España en el lugar donde había estado el palacio del Duque de Sexto, pues esto de derribar el patrimonio de la ciudad viene de muy antiguo y si se contempla la vista de esta parte de la calle de Alcalá representada en un cuadro al óleo pintado por Antonio Joli en 1754 que actualmente se expone en la exposición de “Arquitecturas pintadas” situada en la sala de Caja Madrid de la plaza de las Descalzas, se puede ver que el único edificio que pervive de los allí representados es la iglesia de San José, aunque transformado por la apertura de la Gran Vía, (con la iglesia hemos topado).
De este vecino tan poderoso, (El Banco de España), le separaban a cada lado de sus medianeras tres propiedades por la calle de Alcalá y algunas otras por la calle del marqués de Cubas.
El banco de España en sucesivas ampliaciones de José Yarnoz y de su hijo Javier Yarnoz fue expandiéndose hacia ambos lados de la manzana hasta rodear al edificio Lorite manteniendo concordancias formales y volumétricas con el edificio primigenio. El edificio Lorite tenía su propia composición de fachada y la misma altura de los edificios de la Gran Vía y superaba al Banco de España en casi 3 plantas. Esto no gustaba a los directores del Banco de España que compraron el Lorite y pretendieron derribarlo “para conformar una manzana cerrada que garantizara la seguridad del banco”. Esta disculpa era una manifiesta tontería ya que la manzana estaba ya cerrada precisamente por el Lorite, también muy seguro puesto que era otro banco pero ellos ya habían declarado su voluntad de manzana completa.
En 1978 convocaron un concurso de ideas presidido por representantes del Ayuntamiento de Madrid, de la Real Academia de Bellas Artes y del Colegio de Arquitectos de Madrid. El concurso lo ganó el célebre arquitecto Rafael Moneo.
Pero el edificio tenía protección integral en el catálogo del documento de planeamiento y por tanto no era legal su derribo. (La protección integral es un grado menor que la que deberían de tener los edificios con declaración de BIC, bien de interés cultural, por lo que lo que después vendría con el derribo de las Escuelas Pías de la calle Hortaleza sería un paso más, otra vuelta de tuerca).
El arquitecto Mangada hizo una fuerte defensa del Lorite cuando no tenía ningún cargo político, para posicionarse a favor de su derribo cuando ya era Consejero de Arquitectura de la Comunidad de Madrid, pero fue tal el escándalo en la profesión que al final no dio el visto bueno y la cosa quedó en espera de mejores tiempos…que sin duda llegarían. Aquí se estaba librando una guerra de poder y estas batallas saltaron a las primeras páginas de los periódicos con titulares tan llamativos como los que generaron las declaraciones del entonces alcalde socialista Barranco, cuando en 1989, después de oponerse nuevamente al derribo, declaró: “Para derribar el Lorite tendrán que pasar por encima de mi cadáver” o las acciones protagonizadas por “Ecologistas en Acción” cuyos miembros se encadenaron a sus verjas intentando parar el derribo. Era el poder contra la ley, pero la ley la hace el poder y quien hace la ley hace la trampa y al revisar el planeamiento de Madrid en 1997 el nuevo equipo de gobierno municipal, que era conservador (mejor le iría el epíteto de destructor), desprotegió el edificio Lorite, con lo cual ya era legal su derribo y el poder máximo que es el del dinero había triunfado. (Para otros edificios que también querían ser derruidos utilizaron otros ardides tales como “olvidar” su inclusión en el listado: Este fue el caso de la pagoda de Fisac).
Durante más de 20 años el edificio Lorite estuvo oculto por una lona que colocó sobre él el Banco de España, en un intento de borrar su imagen de la memoria ciudadana. Esta cochambrosa lona desgarrada por los vientos, negra y polvorienta por la contaminación urbana, permaneció engorrinando la vista de la calle más principal de la ciudad durante todos esos años, sin que el ayuntamiento llamase al orden al director del banco por la falta a la decencia y ornato de la vía pública….hasta que decidieron la muerte de la peseta y su sustitución por el novísimo euro que tantos disgustos nos iba a dar.
Para vendernos el euro, la inmensa lona fue sustituida por una muy nueva y alegre donde se veía dibujada en gigantesco tamaño la colección completa de los nuevos billetes.
En el 2003 el edificio fue derribado. Por fin había triunfado el poder del dinero. El director del Banco de España había ganado la batalla a todos los que se le oponían y ya tenía solar libre para conseguir una imagen completa y monolítica e integrada, sin ninguna disidencia de su edificio. Al fin y al cabo lo que quería era un arquetipo de plenitud, de poder total representable en un logotipo, y de hecho lo mandó realizar, pero este logotipo, curiosamente, en vez de representar al conjunto del edificio que tantas peleas y sinsabores le había procurado, (ahora que ya no existía ningún impedimento), se remitió a representar solamente el chaflán de Cibeles que fue el reproducido por Moneo en el otro esquinazo y que no en vano representa un arco de TRIUNFO y así de este modo el Director del Banco de España pudo saborear las mieles del TRIUNFO.
En el año 2006 los reyes de España inauguraron la ampliación del Banco de España que construyó el célebre Moneo, que algunos no se explicaban cómo se había prestado, teniendo el prestigio que tenía en el mundo entero, a este mamoneo de edificar en pleno siglo XXI un edificio historicista en la calle principal de la capital del país de España dando un salto atrás en la arquitectura de más de 100 años.
En esta inauguración el a la sazón director del banco de España, Jaime Caruana dijo delante de sus majestades los reyes que “habían hecho la obra para contribuir, en la medida de sus posibilidades, al embellecimiento y RESPETO a esta zona monumental de Madrid”. (Por estas fechas, la Asociación de inspectores del Banco de España envió una “nota informativa” al Ministerio de Economía alertando de la pasividad de los órganos rectores del Banco de España ante el insostenible crecimiento del crédito bancario en España durante los años de mandato del señor Caruana (2000 a 2006).
El presupuesto de construcción del nuevo edificio fue de 19 millones de euros (el coste final siempre se ignora y no sé cuanto sería el coste del derribo del Lorite) pero esto no iba a ser un problema para el Banco de España que tiene todo el dinero del mundo. O bueno sino todo al menos mucho, mucho dinero. De hecho ya llevaban unos años vendiendo las reservas de oro.
Este oro se guardaba en la “cámara del oro” que el arquitecto José Yarnoz diseñó en un sótano situado 8 plantas bajo tierra a 38 metros de profundidad. Esta cámara acorazada está situada en un foso casi inaccesible e inundable con el agua de la fuente de la Cibeles situada en la superficie.
Al año siguiente de la inauguración (2007), el nuevo director del banco de España Miguel Angel Fernandez Ordoñez dio orden de vender la friolera de 133,7 TONELADAS DE ORO o sea un 32 % de las reservas de oro del país conservadas en las cámaras del Banco de España, con la explicación de que como ya no tenía que apuntalar a la peseta, el Banco de España se dedicaba a soltar lastre. ¡Llamó LASTRE al oro!. El ministro Solves tranquilizó al país contándole que la conversión del oro en bonos de renta fija era más rentable y además que Bruselas había pedido a los bancos de la Unión Europea que se deshicieran de sus reservas de oro. De esta manera el Banco de España quedó con solamente 281,6 toneladas de oro (menos que Portugal que tenía 382,5 toneladas y mucho menos que Alemania que se quedó con 3401 toneladas o Francia con 2435 toneladas) y es que estos países no fueron tan incautos de desprenderse del oro que desde que la civilización existe ha sido el patrón de la moneda (aunque los yanquis basándose en su poderío cambiasen el patrón oro por el del dólar, pero esto puede ser pasajero). Total que con estas ventas, en esta última década el Banco de España se deshizo de 240 toneladas de oro, o sea el 46% de sus reservas de oro. Siempre me he preguntado: ¿Quiénes serían los listos que las compraron?. Porque estos sí que debían de estar bien informados.
Inmediatamente después de que el Director del Banco de España vendiese esa enorme cantidad de oro, el precio de éste comenzó a subir como la espuma en una escalada imparable que ya ha más que triplicado su precio de entonces.
Cuanto mejor para el país habría sido que los directores del Banco de España en lugar de dedicar sus energías en el empecinamiento para derribar el Lorite, o en el diseño del nuevo logotipo, las hubieran dedicado a olfatear o husmear la que estaba ya al caer, pues desde Ecologistas en Acción Ramón Fernandez Durán (que estuvo encadenado al Lorite para intentar evitar su demolición) ya llevaba años denunciando la financierización de la economía y la próxima explosión de la burbuja financiera donde la mayor parte de los activos son aire o bonos basura ). (Además de la explosión de la burbuja del ladrillo posibilitada por los créditos a insolventes, leyes de suelo permisivas, corruptelas urbanísticas en cada municipio, lavado de dinero del tráfico de drogas, subvenciones de Bruselas...ecétera).
Y a continuación las calles de la ciudad se llenaron de gentes que gritan: ¡ORO, COMPRO ORO!.
Llamarle LASTRE……..
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